hace apenas unos días me contactaron desde oing, una nueva marca sevillana. Su idea es darle una vuelta al bocadillo clásico con una base que no falla: el pulled pork; y una estética que respira calle, autenticidad y hambre de hacer las cosas bien.
querían que hiciera las primeras fotos para sus redes y carta, y, a partir de ahí, empezar a construir el estilo visual que acompañaría toda la comunicación de la marca. entendí que no era solo cuestión de comida, sino de identidad: el local, el olor de la cocina y los detalles.
me encargué del set, la luz, las fotos y la edición, buscando que todo hablara el mismo idioma que el producto. que al ver las fotos sintieras lo mismo que al probar uno de sus bocatas.
pinta muy bien. literalmente.





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